Con motivo del Día Internacional del Reciclaje, que se
celebra este viernes 17 de mayo en todo el mundo, la empresa europea presenta los resultados del estudio 'Hábitos de consumo y
sostenibilidad'. Esta investigación se ha llevado a cabo para determinar
el grado de compromiso con el entorno natural entre los consumidores
europeos. Sus resultados reflejan, entre otras cosas, que los españoles
se han adaptado al consumo sostenible, impulsados tanto por las
consideraciones medioambientales como por la crisis económica.
Para empezar, el Estudio pone de manifiesto que los
españoles están altamente comprometidos con el medio ambiente puesto que
el 91% manifiesta haber realizado acciones para minimizar su impacto
las tareas de limpieza doméstica e higiene personal, en comparación con
el 82% del promedio europeo.
Según el Estudio, el 84% recicla más que antes y trata de
generar menos residuos, siendo el colectivo de los jóvenes de 18 a 34
años el que menos coopera en este ámbito, de los cuales sólo un 76%
suele reciclar. Con la edad, el porcentaje aumenta considerablemente,
llegando al 86% a los 65 años. España ofrece un ejemplo a seguir en
materia de reciclaje de restos orgánicos: el 35% de los españoles separa
la basura orgánica frente al 17% del promedio europeo. Entre las
pequeñas medidas sostenibles cabe mencionar, además, que el 21% de los
encuestados utiliza recambios de detergente en vez de comprar producto
nuevo en un envase habitual, aunque el promedio europeo es del 27% y en
Suecia llega a un 43%.
Otro dato a destacar es que el 58% de los españoles
prefiere reparar las cosas antes de comprar de nuevas, frente a Europa
con un 54%. El 6% de los españoles nunca repara, mientras que en Italia y
Suecia están al 15% y 13% respectivamente en este aspecto. Se observa
que en España apostamos por buscar productos más sostenibles,
reciclables, de proximidad o segunda mano, tendencia que tiene adeptos
en el 93% de la población.
Lavamos a temperaturas más bajas que en el resto de Europa
La gran mayoría de los españoles (85%) reconoce que la
situación del medio ambiente afecta a sus hábitos de compra y consumo en
alguna medida. El consumidor español empieza a ser responsable y
respetuoso con el medio ambiente, considerando el ahorro de agua y
energía en su cotidianidad, especialmente en lo que se refiere a la
higiene personal y a las tareas de limpieza doméstica.
Es una realidad que desde el comienzo de la crisis los
españoles han adoptado una actitud más sensible hacia el medio ambiente
en sus tareas domésticas e higiene personal, pues el 65% de los
españoles ha reducido el consumo del agua en los últimos 12 meses y el
79% se ha pasado a las bombillas de bajo consumo (el promedio europeo es
del 71%). De hecho, el ahorro de energía resulta especialmente
importante para los encuestados de entre 45 y 65 años (91%), y la gran
mayoría de los españoles, el 74%, consideran que han reducido el consumo
de energía en los últimos 12 meses.
En informe destaca que más del 90% acostumbra a ducharse en
lugar de tomar un baño, con una media de 9 minutos por ducha. El
promedio de Europa es ligeramente inferior: el 86% prefiere una ducha a
un baño y, en general, tarda un poco más al ducharse: 9,33 minutos. El
67% de los españoles cierra el grifo cuando se enjabona y el 88% de los
hombres cierra el agua cuando se afeita, siendo los hombres de mayor
edad los más respetuosos. De la misma manera, el 94% cierra el grifo al
lavarse los dientes. En este sentido España ocupa el segundo lugar
después de Holanda, con un 95%, mientras que el promedio europeo es del
71%.
Pero si hay algo en que somos líderes indiscutibles en
Europa, es en la temperatura del lavado de la colada. Los españoles
lavamos la ropa a una temperatura media de 25ºC, muy por debajo del
promedio europeo (40ºC). En el lavavajillas también se utilizan los
ciclos de baja temperatura: un 43% de los españoles lo hace, frente al
30% de la media europea.
Compramos solo los productos esenciales
En España, como en otros países afectados por la recesión,
se aprecia el cambio en hábitos de compra y consumo. Casi el 69% afirma
que la crisis impulsa a comprar solamente los productos esenciales,
frente al 53% del promedio europeo. En Suecia, por ejemplo, se trata del
49% que ha visto afectado su manera de comprar.
Los españoles se fijan cada vez más en que los productos
sean respetuosos con el medio ambiente (40%) y eficaces (42%). El 93% de
los españoles busca productos sostenibles, reciclables, de proximidad o
de segunda mano. Y es que además de las propias características del
producto, también se toman en cuenta los recursos que se invierten para
conseguirlo, es decir, los viajes. En este sentido, el 51% trata de
optimizar los viajes para hacer sus compras y está dispuesto a cambiar
el lugar de compra habitual para evitar el desplazamiento en transporte.
Primeros pasos de un largo recorrido
Además de todos estos resultados positivos, hay algunos
aspectos en los que aún los españoles podrían mejorar. El 75% lava los
platos con el grifo abierto y agua corriendo, y esta tendencia aumenta
hasta seis puntos (81%) en las zonas del norte de España (el promedio
europeo es del 50%).
A la hora de hacer la colada, los hombres y la gente mayor
son los colectivos que más siguen las instrucciones, tanto de las
propias lavadoras como las del etiquetado de la ropa. Además, más del
73% de los españoles pone más cantidad de detergente de la recomendada.
Acciones como mejorar el aislamiento térmico del hogar
(35%), instalar placas solares (4%) o cambiar la caldera por una más
sostenible (13%) aún no son muy populares... Sin embargo, el ahorro
pasivo (el uso de bombillas de bajo consumo, la desconexión de aparatos
eléctricos de los enchufes cuando no se utilizan, etc.) tiene muchos
adeptos en España: el 91% toma pequeñas medidas para disminuir el
impacto en el medio ambiente.
Resumiendo los datos del Estudio, el perfil del consumidor
español más sostenible tiene entre 45 y 65 años, y principalmente
residente de la costa mediterránea. Los españoles más concienciados
coinciden en que la compra de productos sostenibles “representa una
aportación al fomento de una economía más fuerte a largo plazo”.