martes, 6 de junio de 2017


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Lo que los profesores podemos aprender de Zidane
EDITIOES
06/06/2017





El entrenador del Real Madrid es un claro ejemplo de cómo debe ser cualquier profesor, maestro, educador, o en general cualquier gestor de recursos humanos. Una premisa argumentada mediante una alegoría que compara mundos tan contrapuestos como la educación y el fútbol.


El profesor/entrenador del siglo XXI

El principal rasgo que caracteriza la metodología de Zidane es la de estar centrada en el futbolista/alumno.

El profesor se convierte en un guía, un facilitador del aprendizaje.

La relación entre los roles de alumno y profesor es, por tanto, horizontal.

Observando los entrenamientos, la diferenciación de dichos roles resulta casi imperceptible. Corre con sus alumnos. Da ejemplo. Trabaja con ellos. Es flexible. Da rienda suelta a la libertad.

El papel que representa el profesor antagónico es el de ser un mero transmisor de los conocimientos. El que cree que no tiene nada que aprender de sus alumnos. El que hace uso de una estructura vertical y un ambiente rígido para ejercer su dominio. Basa su poder en la disciplina. En la autoridad. Languidece las ganas de creatividad e imaginación de los educandos.

La relación con otros agentes externos es también digna de admirar. En la escuela, familias, administración, otros profesores. En el fútbol, prensa, equipos rivales, afición, directiva. Todos ellos absortos ante el poder de unos buenos modales y una sonrisa.
La atención a la diversidad

Uno de los términos más importantes de la educación inclusiva del siglo XXI, es el de atención a la diversidad. El de atender a los diferentes ritmos, capacidades o habilidades que conviven en las clases de las escuelas. Un término que escaparía de la jerga educativa para ser aplicable también a un equipo de fútbol.
El profesor francés atiende a la diversidad. Ha logrado que todos se sientan útiles. Importantes. Partícipes en los logros colectivos. Si bien es cierto que en las escuelas los ayudantes son más escasos y la atención individualizada utópica, el técnico ha conseguido manejar egos, malos rendimientos o deficiencias técnicas puntuales. Además, todo ello con la cooperación y el compañerismo por bandera, en detrimento de la competitividad dentro de un mismo equipo.

Los partidos importantes son lo más parecido a los exámenes. Zidane, nuestro profesor, evalúa de forma continua. Reduce la ansiedad ante los exámenes.

El arte de saber escuchar

Las cosas más valiosas de la historia de la humanidad han resultado ser aquellas escasas. Hoy, escuchar se ha convertido en una de las habilidades más preciadas en la comunicación. Algo que los maestros debemos enseñar en la escuela antes que cualquier otra cosa.
Quien mejor le conoce, afirma que Zidane escucha a sus pupilos. Incluso deja que sean ellos quienes tomen las decisiones en momentos importantes. Saber escuchar es mostrar empatía. Ponerse en el lugar del otro. Ser consciente de su situación. Comprenderle. Cuántas indispensables cualidades para un profesor.
Zidane escenifica al educador que no solo se limita a transmitir lo que sabe, sino que escucha los problemas de las personas a su cargo. Muestra su apoyo. Cree en ellos. Genera confianza. Motivación.
La motivación

Los maestros sabemos que solo obtendremos algo bueno de alguien si está motivado. Los exámenes, en muchos casos, son desmotivadores. Incluso injustos, al evaluar solo el producto final en un momento único. No el proceso continuo.
En nuestra alegoría con el fútbol, los partidos importantes son lo más parecido a los exámenes. Zidane, nuestro profesor, evalúa de forma continua. Reduce la ansiedad ante los exámenes. Así, momentos antes de la final de la Champions League, arengó a sus alumnos. 

"La final no es lo importante. Lo más importante era llegar hasta aquí. Y vosotros lo habéis hecho. Sacad lo mejor de cada uno y disfrutad". Chapeau.


jueves, 1 de junio de 2017


La empresa japonesa Kaneka ha presentado la primera célula hecha con silicio que supera el 26% de eficiencia para convertir la luz solar en electricidad, lo que supone una mejora clara respecto al récord anterior (25,6%). El dispositivo es una estructura HIT (Heterojunction with Intrinsec Thin layer) sobre las que realizamos parte de nuestra actividad de investigación en nuestro grupo de la UCM.
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Creada la célula solar más eficiente hasta el momento
Una investigación japonesa propone una estructura de silicio cuya conversión de luz solar en electricidad supera el 26%
20 MAR 2017

La Célula Solar creada por Kunta Yoshikawa. K.Y.
Las células fotovoltaicas de silicio dominan el mercado de la energía solar, aunque tecnologías alternativas que utilizan materiales orgánicos —como un ingrediente del tofu y de los sales de baño— intentan desbancarlas desde hace décadas. Un estudio publicado este lunes en la revista Natura Energy arroja luz sobre uno de los principales problemas de la energía solar, la eficiencia (es decir, el desperdicio de gran cantidad de luz natural en los sistemas actuales), y sugiere que los paneles de silicio más eficaces pueden estar en camino. Kunta Yoshikawa, experto en el área, ha presentado la primera célula hecha con ese material que supera el 26% de eficiencia para convertir la luz solar en electricidad, lo que supone una mejora de la fotoconversión en un 2,7% respecto al récord anterior (25,6%).
Para lograr ese resultado, Yoshikawa y su equipo han desarrollado una estructura basada en la heterojunción -una estructura formada por dos capas- de silicio monocristalino con una capa superior de silicio amorfo, un diseño que aumenta simultáneamente la captación de luz solar y su conversión en energía eléctrica. Las propiedades esenciales del dispositivo tales como vida útil, resistencia en serie y propiedades ópticas deben ser mejoradas simultáneamente para reducir el desperdicio de luz. La implementación de esa tecnología puede llevar a una eficiencia energética del 29% en los próximos años, según escriben los autores del estudio.
El MIT también hizo pública en 2016 la creación de un panel solar capaz de generar 20 veces más energía que los dispositivos tradicionales. Esas células tienen un diseño más inteligente, según la descripción publicada en la revista Energy and Environmental Science: son verticales y se mueven de un lado a otro para seguir el movimiento del sol desde su aparición en el horizonte hasta el anochecer.
Julio Amador Guerra, director del máster en Energías Renovables y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid, explica que el aumento de la eficiencia de las células solares hace con que estas sean cada vez más competitivas con las fuentes de energía convencionales. “Los nuevos diseños permiten disponer de más potencia para la misma superficie ocupada por los módulos fotovoltaicos, es decir, es posible obtener más energía solar por superficie, lo que implica un descenso en el coste de esa tecnología. Un consumidor puede tener más potencia y energía sin pagar más por la estructura de soporte de los módulos o por la instalación eléctrica”, dice.
Guerra apuesta por seguir desarrollando energía fotovoltaica con “todos los materiales posibles” —silicio cristalino, fluidos mecánicos, células orgánicas e inorgánicas—, pero señala que la investigación y los avances tecnológicos deberían estar acompañados por avances políticos. “Hay que eliminar las trabas legales al consumo de esas energías”, sostiene. El Gobierno español aprobó, en 2015, el llamado impuesto al sol, que grava el autoconsumo de energía producida por los paneles solares. “Hay que establecer mecanismos que permitan que las energías renovables compitan en igualdad de condiciones con el resto de tecnologías energéticas convencionales, teniendo en cuenta todos los impactos ambientales”, defiende el experto.