viernes, 11 de abril de 2014

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LA MAQUETA DE PALILLOS DE HELADO QUE AGUANTÓ 1136 kg.



Un momento de la IX edición del concurso de puentes hechos con palillos de helado





Un total de 1.136 kilos ha soportado la maqueta de un puente elaborado con palillos de helado y cola blanca, y que ha sido la ganadora del XI concurso celebrado en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
Construida con unos 3.300 palillos de helados y cola blanca, la maqueta ganadora, obra del estudiante de Ingeniería Mecánica de la UMH Pedro Aguilar, se ha impuesto al segundo clasificado por casi 300 kilos de diferencia.
"La destrucción II", título de la maqueta, ha soportado 1.136 kilos y su constructor dedicó casi un mes de trabajo en diseñarla y elaborarla.
Aguilar era la segunda vez que participaba en este concurso, después de que su primer trabajo, "La destrucción I", quedara el pasado año en segundo lugar con 550 kilos soportados, según ha declarado a EFE.
Con estos 1.136 kilos se ha quedado a tan solo 20 del récord establecido en todas las ediciones de este concurso, fijado en 1.156 kilos.
Desde primera hora de la tarde, y a pesar del intenso calor, decenas de alumnos han acudido al edificio Altabix del campus ilicitano para ver cuánto aguantaban estos puentes, elaborados por alumnos de diversas universidades españolas.
El concurso de puentes de palillos, que ha finalizado a las ocho de esta tarde, se ha dividido en tres categorías (peso, estética y movilidad), y de nuevo ha suscitado el interés de muchos alumnos, que desde el pasado día 1 han visitado estas "singulares" construcciones.
En la categoría de estética, donde han participado seis maquetas, se premiaba el diseño atractivo, la complejidad de la maqueta, fiabilidad y economía. La maqueta ganadora, "The Eye", ha sido obra de estudiantes de Ingeniería Mecánica de la UMH.
Por su parte, en movilidad, los ganadores han sido Julián Cases, Juan José Galíndez y Juan Jesús Pertusa, de Ingeniería Eléctrica de la UMH, con la maqueta "Phoenix Bridge ", cuyo engranaje también estaba elaborado con palillos.
Aquí se tenía en cuenta la maqueta más original de puente articulado, que podían disponer de motores y componentes eléctricos para mover las diferentes partes del puente.
En estas dos últimas categorías el premio para la mejor maqueta es de 600 euros, 350 para el segundo y 150 para el tercero. En peso el primer premio es de 900 euros, 500 el segundo y 250 el tercero.


miércoles, 9 de abril de 2014

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  Industria auxiliar agrícola »  
Aire acondicionado para producir en verano en los invernaderos
Investigadores de la UAL estudian la aplicación de sistemas similares a los de los edificios


Daniel Valera, investigador del proyecto de climatización  [ La Voz ]

Los expertos han comprobado que estos dispositivos de evaporación resultan una buena opción para la refrigeración de los invernaderos no herméticos, como los que se instalan con mayor frecuencia en la cuenca mediterránea, ya que aumentan la eficiencia energética.
En su artículo ‘Energy Efficiency in Greenhouse Evaporative Cooling Techniques: Cooling Boxes versus Cellulose Pads’ publicado recientemente en la revista Energies, los científicos comparan el sistema de cajas evaporadoras con los más utilizados actualmente en los invernaderos tecnificados: la nebulización y los paneles evaporadores.

La primera técnica se sirve de una red de tuberías en las que se inyecta agua a presión que sale por orificios diminutos construyendo gotas del tamaño de micras (la millonésima parte de un metro). Los sistemas de nebulización no precisan que los invernaderos sean herméticos, ya que la humedad que se genera en el interior requiere a veces corrientes de aire externas.
“El problema es que, en verano, debido a las elevadas temperaturas combinadas a veces con fuertes vientos, el agricultor debe cerrar las ventanas para evitar que se rompa la estructura. Ese cierre implica que el sistema no funcione, porque el interior se satura de vapor de agua y ya no se produce enfriamiento”, explica el responsable del estudio, Diego Luis Valera.
Por su parte, el sistema que utiliza paneles evaporadores consiste en colocar un material de celulosa tapando las ventanas de un lateral del invernadero. Este soporte celulósico está  permanentemente humedecido con una tubería superior que va empapándolo.
En el lado contrario del invernadero se colocan ventiladores. Así, todo el aire que pasa al interior lo hace a través de la celulosa, con lo que se carga de pequeñas gotas que enfrían el ambiente.
Frente a la nebulización, este método no se ve alterado por la subida de las temperaturas o el viento, aunque requiere estructuras muy herméticas. Para superar los inconvenientes de la nebulización y los paneles, el sistema que han utilizado los ingenieros almerienses se basa en cajas de refrigeración.
En ese sistema el ventilador y el panel de celulosa están juntos en el mismo lateral del invernadero, con lo que se impulsa el aire húmedo al interior. “Este mecanismo está muy extendido en los edificios, pero es la primera vez que se analiza de manera científica su aplicación en invernaderos tradicionales”, destaca.
Tras los ensayos en el túnel del viento de la Universidad de Almería, los expertos han concluido que las cajas evaporadoras resultan más eficientes que el resto de sistemas de refrigeración, ya que requieren un menor consumo de energía y agua en invernaderos, incluso en aquellos que no son herméticos.