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Las dudas ortográficas más frecuentes de los
españoles, resueltas por la RAE
Apostamos lo que quieran a que, en un momento u otro,
usted se ha hecho alguna de estas preguntas. Antes de que vuelva a ocurrir,
aquí tiene las respuestas
- ¿Lleva tilde o no?
“Dime qué quieres saber y te diré cómo eres”
es una máxima que puede aplicarse a casi cualquier aspecto de nuestras vidas.
Gracias a internet y los datos que recaba (hola, Edward Snowden) podemos
saber con cierta seguridad qué es lo que gusta, inquieta o atormenta a los
ciudadanos.
La Real Academia de
la Lengua Española también se ha subido al carro y en su página ha
recogido algunas de las consultas más
frecuentes realizadas por los usuarios.
A pesar de lo que
cabría esperar, no todas ellas resultan obvias, ni
mucho menos. A continuación vamos a recoger algunas de las preguntas más
frecuentes, aunque dejaremos de lado confusiones habituales y que solo pueden
resolverse mediante el uso. Es el caso del leísmo, laísmo o loísmo (“lo voy a dar un regalo”),
pero también de las dudas entre 'porque', 'por qué', 'porqué' y 'por
que', o entre 'a ver' y 'haber', que cualquier adolescente habrá tenido
que responder en algún ejercicio. Las que presentamos a continuación son las
más frecuentes, cuando no controvertidas: que cada cual le dé a la RAE la autoridad que crea que merece.
·
'Éxito': mayúsculas con tilde
Es probable que
alguna vez haya escuchado eso de que las letras mayúsculas no deben llevar
tilde gráfica. Sin embargo, la RAE señala que “el empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación
gráfica”. ¿Por qué, entonces, dicha confusión? Porque muchos
tipos gráficos y máquinas de escribir no contaban con la variante acentuada de
la mayúscula o se reproducía mal, lo que provocaba que no se utilizase. Pero
nunca fue una norma, sino una práctica obligada por las circunstancias.
Los prefijos se escriben siempre soldados a la base
cuando esta es univerbal (como ocurre con 'exmujer')
·
Minúscula en los meses, como 'enero'
La regla señala que
los nombres propios llevan mayúscula, y muchos consideran que los meses lo son
(acompañados, a veces, de los días de la semana y las estaciones del año). No
es así: se trata de sustantivos comunes,
por lo que deben escribirse con minúscula. Aunque si quiere echar una canita al
aire, puede escribir 'setiembre', que es perfectamente válido.
·
¡Vaya 'fail'! y las exclamaciones sin
apertura
El uso del teléfono
móvil y de los chats, que favorecen una expresión más libre e informal, han provocado que
muchos hispanohablantes terminemos imitando el inglés y eludiendo las
exclamaciones o interrogaciones de apertura (“hola! qué tal?”).
Ni qué decir tiene que es incorrecto.
·
Cuórum y Catar
Quizá esta sea una de
las aclaraciones más sorprendentes de este apartado. Según señala la RAE, y a
pesar de lo que estamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación
-especialmente en lo que se refiere al país árabe-, debemos olvidarnos de la
'q' y sustituirla por una 'c', puesto que aquella
solo se utiliza para representar el
fonema /k/ ante las vocales 'e' o 'i'. Pero no, el gentilicio de
Catar no es catador, sino catarí.
·
Los peliagudos prefijos
Una de esas reglas
que nos cuestan seguir por lo poco intuitivas que resultan. Los prefijos se escriben siempre soldados
a la base cuando esta es univerbal (como ocurre con 'exmujer'); con un guion en
caso de que la base comience por mayúscula (como ocurre con
'pro-Obama'), pero separados de la base cuando esta es pluriverbal, como
ocurre en el caso de 'pos Guerra Mundial'. Ello quiere decir que la misma palabra (en
el ejemplo utilizado, 'guerra') puede ir separada
o junta según si va acompañada o no.
·
'What?', no what?
Cuando se emplean en
textos españoles palabras o expresiones de otras lenguas, estas deben escribirse en
cursiva o, como hacemos en El Confidencial, con comillas.
Cuidado: es probable que algunas de las expresiones que pensamos que no forman
parte del español sí se hayan castellanizado
(sándwich, mánager) y viceversa ('email').
Es probable que haya escuchado alguna vez que la 'o'
lleva tilde si une dos cifras, para evitar la confusión con el '0', pero no es
así
·
'O': conjunción sin tilde
Es probable que haya
escuchado alguna vez que la 'o' lleva tilde si une dos cifras, para evitar la confusión con el
'0', con el que tanto se parece. No es así. La RAE señala que “tanto en la
escritura mecánica como en la manual, los espacios en blanco a ambos lados de
la conjunción y su diferente forma y menor altura que el cero evitan suficientemente que
ambos signos puedan confundirse”.
·
'Deme': formas verbales con pronombres átonos
Desde la ortografía
académica de 1999, estas
palabras se someten a las mismas reglas de acentuación gráfica del español, sin
constituir ninguna excepción. Es decir, nada de 'déme' y todas esas
variantes que tanto confundían a los estudiantes de BUP. Por lo tanto,
'deme' no lleva tilde, puesto que es una palabra llana acabada en vocal,
mientras que 'oídle' si lo hace, puesto que contiene un hiato de vocal
cerrada y abierta átona.
·
División silábica de 'tl'
Una de las dudas en
apariencia más extravagantes de la lista, pero que tiene su aquel. Si volviese
al colegio y la maestra le preguntase cómo se dividen las sílabas de “atleta”, ¿cuál sería su respuesta? Es muy
probable que, si es español, siga su instinto y responda 'at-le-ta'. Pero debe
saber también que es posible separarlo de otra manera: 'a-tle-ta'. La razón
para ello es que, aunque en la España peninsular y en Puerto Rico la secuencia
'tl' se pronuncia en dos sílabas diferentes, en Hispanoamérica, especialmente en
México, se pronuncia junto en la misma sílaba.
Solo
es un hombre solo. (José Luis Peláez/Corbis)
- ¿'Sólo' o 'solo'?
Hay una cruenta guerra librándose
ahí fuera, una dura lucha en la que el que tome parte pondrá en riesgo su
integridad física. Nos limitaremos a recordar que, según la RAE, tanto el
adverbio 'solo' como los pronombres demostrativos deben escribirse sin
tilde, puesto que “las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre por
el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función
del cual solo puede ser admisible una de las dos opciones interpretativas” (una
frase que ha levantado no pocas ampollas). Lo mismo ocurre con monosílabos como
'guion' o 'truhan'.
- ¿Qué fue de la 'ch' y la 'll'?
No creemos que a estas alturas nadie se vaya a
preguntar si la 'ch' es una letra o no, pero nos gustaría entonar un breve canto fúnebre por estas
dos construcciones que no hace tanto tiempo figuraban en los abecedarios
aprendidos por los niños, entre la 'c' y la 'd' y la 'l' y la
'm', respectivamente. No eran letras, tan solo dígrafos, por lo que la RAE
decidió asimilar en 1994 el español al “resto de las lenguas de escritura
alfabética, en las que solo se consideran letras del abecedario los signos
simples, aunque en todas ellas existen combinaciones de grafemas para
representar algunos de sus fonemas”. El fin del sueño.