lunes, 12 de diciembre de 2011

La búsqueda de oro, hierro y cobre en Almería desata una nueva fiebre minera



El patrón universal cotiza a niveles históricos de 1.300 euros la onza y se multiplica la compraventa






La Voz de Almería





Los restos abandonados de la minas de oro en el Valle de Rodalquilar.

El viernes, el mercado Londres, cerró con el oro a 1.270 euros la onza (31 gramos), cerca de su máximo histórico de 1.400 euros (ay, si Rodalquilar levantara la cabeza).

El rey de los metales no para de crecer en precio y a cotizar al alza. Vuelve a vivir una edad dorada como valor refugio, como ‘moneda global’ ante las turbulencias de los mercados y de las divisas regionales.

El último año su cotización ha subido un 20% y la rentabilidad a cinco años es del 173%: no hay que/quien dé más. Florecen, por ello, por toda la provincia locales destinados a la compra de anillos, pulseras, pendientes de este metal y de otros, en una renovada estampa de las antiguas casas de empeño.

En los últimos dos años casi se han triplicado en la provincia este tipo de negocios, según los últimos datos del Observatorio del Comercio.

Y se multiplican también, aunque de manera más silenciosa, la obtención de permisos mineros para horadar las viejas sierras almerienses en busca de metales preciosos.

Haca casi cuarenta años que los viejos mineros se extinguieron de la faz urcitana con el cierre de las minas de Adaro en Rodalquilar. Desde entonces, la únicas actividad minera en la provincia ha sido la explotación de las canteras de mármol en Los Filabres, el yeso de Sorbas y algo de barita y bentonita.

Desde entonces, la antigua tierra de los tarantos ha estado huérfana de minería convencional, que en algunos momentos de su historia emergía como la principal fuente de rentas en la tabla de la economía provincial.

Sin embargo, hay zahoríes buscando con verdadera pasión, casi de forma anónima, su particular eldorado.La delegación provincial de Economía, Innovación y Ciencia ha otorgado en los últimos años hasta 30 nuevos permisos de investigación para la búsqueda de minerales, principalmente de hierro, oro y cobre.

Abla, Fiñana y Abrucena

La última concesión ha sido a Antonio Reyes Magaña por un periodo de tres años para localizar hierro en la Cañada Oscura, en los términos municipales de Abla y Las Tres Villas. En la cuenca suroeste de la Sierra de los Filabres se encuentran vigentes otros dos permisos de investigación que se desarrollan en los municipios de Abrucena, Nacimiento y Gérgal.

Estas autorizaciones están más centradas en la búsqueda de oro y afectan a casi 300 cuadrículas mineras. La provincia, en la actualidad con 300 concesiones y arrendamientos para explotaciones autorizadas, la mayoría de ellas para piedra natural. Con las cifras de los mercados en la mano, encontrar oro, en la actualidad, sería un negocio redondo, aunque son fuertes las inversiones en los trabajos de campo.

Uno de los sondeos de oro y cobre se viene realizando por parte de De la Fuente Consultores en el Cerro del Gallo junto a un antiguo poblado minero cerca de Fiñana y Abrucena, a una profundidad de 300 metros.

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